La marca se fundó en Fiorano Modenese (Italia) por la familia Indulti en 2006. A los dos años consiguió fama mundial gracias a un equipo de esquí de fondo que llevaba su nombre. Desde entonces, han ido aumentando su fama mundial gracias a la combinación de tres factores fundamentales: investigación, desarrollo y servicio al cliente. Si en un principio su objetivo era crear productos para los esquiadores profesionales, ahora han ido abriendo su abanico para permitir que cualquier aficionado al esquí pueda practicar su deporte favorito con mayores garantías de éxito.
Además, la fábrica principal de la marca funciona con energía solar, su maquinaria con metano y la calefacción proviene del aire caliente que desprenden las máquinas que se filtra y se reutiliza. Los productos de ATK destacan no solo por su modernidad sino también por adaptarse a la perfección a cualquier tipo de esquiador. La innovación tecnológica es la base de una marca que sigue apostando por crear nuevos diseños que certifiquen su decidida apuesta por convertir cada nuevo lanzamiento no ya en un producto, sino en una herramienta indispensable para cada persona que lo adquiera.