Correr es una actividad exigente que requiere un equipamiento de alto rendimiento. El esfuerzo intenso y repetitivo que soportan las articulaciones y los músculos obliga a elegir las zapatillas de running adecuadas. Dos factores principales a tener en cuenta al comprar zapatillas para running son el tipo de carrera que practica y su zancada.
Para correr en asfalto, elija media talla más que sus zapatillas habituales. Para trail, se recomienda una media talla a una talla más. Evalúe su talla al final del día, cuando sus pies estén hinchados, para un ajuste óptimo durante el ejercicio.
El trail por senderos requiere zapatillas con suelas dentadas para un agarre óptimo en terrenos pedregosos o embarrados. Es esencial un refuerzo en la puntera del zapato (protector de piedras) y materiales reforzados en el exterior para soportar la abrasión.
Para correr en carretera, necesitará zapatillas con buena amortiguación y suelas menos agresivas que las de trail. El exterior de la zapatilla es predominantemente textil transpirable, reforzado en la parte delantera.
El drop es la diferencia de altura entre la parte trasera y delantera de la suela. Cuanto mayor sea la diferencia, más cómodo será el zapato. Elija un drop alto si es principiante y uno ligero si es corredor experimentado.
Una zapatilla de running debe mantener el pie y el tobillo rectos en el momento del impacto. Consulte marcas especializadas como Asics, Brooks, Hoka One One o Mizuno para encontrar características específicas.
Existen tres tipos de zancada: pronador, supinador y universal. Identifique su tipo de zancada observando el desgaste de las suelas de sus zapatillas.
Elija zapatillas reforzadas en el interior para evitar el enrollamiento del arco del pie. Si es necesario, use plantillas personalizadas.
Para supinadores, elija zapatillas de zancada universal. La vida útil de unas zapatillas de running es de 1000 a 1200 km, o cambie cada año si corre más de 30 km por semana. Verifique regularmente el desgaste de las suelas.