Beal es una empresa familiar fundada en el año 1951 por Pierre y Janine Béal. Inicialmente y por 25 años se dedicó a la producción de cordones, pero en 1975, Michael Beal, hijo de los fundadores, durante una importante reunión con clientes se percata de que las cuerdas de escalar se parecen mucho a los productos que hasta entonces habían desarrollado. Con el afamado alpinista francés Yannick Seigneur como aliado, asesor técnico y amigo, Michael desarrolla las cuerdas de la marca hasta un nivel importante. De esta alianza estratégica surgen las cuerdas de neón.
Fueron los años 1990 en adelante los que consolidaron y expandieron radicalmente a la marca Beal. En esa etapa desarrolla la “iceline”, una cuerda especial para cascadas de hielo, que hasta entonces, no había tenido similar. Automáticamente se convierte en la preferida de los deportistas más arriesgados que desafían glaciales. La revolución digital llega a la marca en 1995, de la mano de Philippe, hijo de Michael.
Recién iniciado el siglo actual, la empresa lanza su primer arnés y sin hebilla. En los años siguiente crea dos innovaciones relevantes para la producción: Dry cover y Golden dry. En 2005 la empresa lanza la cuerda Joker. En los años posteriores surgen nuevos tipos de cuerdas, como la Opera de 8.5 mm en 2015.
Hay una historia de compromiso y abnegación detrás de la marca Beal y eso se refleja en la calidad de sus productos. La combinación entre un especialista industrial proactivo como Pierre, un emprendedor de la talla de Michael y un alpinista consagrado como Yannick permitió que Beal se convirtiera en la marca más importante de cuerdas de escalada.
La tecnología Dry cover implementada por la marca logra fortificar la envoltura de las cuerdas a través del tratamiento químico de cada fibra externa que la compone. A su vez, la tecnología Golden dry se basa en el tratamiento de las fibras internas con un químico hidrófobo. Tratamientos que impermeabilizan la cuerda.
Es una cuerda de 9.1 mm, que revolucionó al mercado, ya que en su momento fue la cuerda más fina que jamás se hubiera producido. A su vez, cumplía con los tres estándares fundamentales: simple, doble y gemela.
En 2014 la marca saca al mercado la cuerda Gully, de 7.3 mm. Convirtiéndose en la cuerda doble más fina y ligera del mercado hasta entonces.