Dany Sebright es el responsable del nacimiento de la marca francesa Poivre-Blanc, en el año 1984 y desde entonces ha llevado sus productos de la mano de la innovación y las tendencias de cada una de las etapas. Sus primeros productos fueron pullovers para los deportistas que practicaban actividades de invierno. La marca produce en el año 1989 la primera línea de ropa de esquí para mujeres de entre 25 y 50 años. Más tarde, en ese mismo año, lanza la línea para chicos y chicas de entre 8 y 16 años, así como bebés y niños de entre 3 meses y 7 años. En el 2000 lanza la colección ÉTÉ de ropa para la práctica de tenis. Mientras que en 2005 desarrolla considerablemente su chaqueta para mujer. En el año 2016, Poivre-Blanc lanza su colección de ropa de esquí para hombre, convirtiéndose en un éxito arrollador del mercado. El 2017 fue un año que marcó el descenso de la marca de la montaña a la ciudad, apostando fuertemente por estilos más urbanos.
Combinar estos tres elementos no es tarea sencilla y Poivre-Blanc ha sabido hacerlo por más de treinta años. Sus diseños están impregnados de una imagen distintiva dentro del mercado y otorgan personalidad a la pieza y al atleta que la usa. No ha copiado a nadie, sus propias ideas han dado al traste con productos altamente funcionales y confortables.
Poivre-Blanc trabaja estrechamente con atletas importantes del mundo de los deportes de montaña. Ese vínculo es el que ha propiciado ?por un lado? el éxito de la marca y por otro, la obtención de productos que satisfagan las necesidades reales de los deportistas.
El uso de los materiales indicados y la fórmula ideal de su empleo, es un secreto muy bien guardado por la marca francesa. Son productos impermeables y transpirables que utilizan el mejor algodón.