Pocas empresas distribuidoras de material deportivo tienen un origen tan curioso como el de la americana Smith Optics. En 1965, un dentista llamado Bob Smith, apasionado del esquí y harto de no poder practicar su deporte preferido en días de ventisca, innovó en terreno de la óptica con la creación, por un lado de una lente térmica para que el frío no afectara a su visibilidad, y, por otro, con una máscara con ventilación incluida para proteger la lente y su rostro.
Durante las siguientes décadas, Smith siguió innovando tanto en gafas deportivas como en cascos para practicar deportes de invierno, sobre todo mejorando el sistema antivaho para gafas y la propia ventilación. Actualmente, Smith puede presumir de contar con las mejores lentes polarizadas del mundo (Tecnología ChromaPop) y de la tecnología Aerocore para cascos de protección.
Smith ha desarrollado una amplia gama de productos deportivos, pero son los orientados a los deportes de invierno los más populares. Además, pese a haber aumentado la producción y la distribución, la forma artesanal de trabajar no se ha olvidado y tampoco la constante innovación. Todo ello ha provocado que dentro de la gama de productos de la marca Smith, haya dos categorías que destaquen sobre el resto.
El principal producto son las máscaras. De talla única, para hombre, mujer e infantil sirven para la práctica de esquí, deportes de motor y admiten el intercambio de lentes. Pueden incluir la tecnología ChromaPop, se distribuyen en una amplia variedad de colores y formas, y poseen distintos ajustes según sean para hombre, mujer o niño. Además de las máscaras, Smith cuenta con una amplia gama de cascos protectores, y no solo alpinos, sino también para la práctica del ciclismo, barranquismo, pesca, surf y otras actividades deportivas donde sea necesario proteger la cabeza. Su diseño ergonómico está perfectamente adaptado para el uso de las máscaras y cuenta con todas las protecciones para cubrir perfectamente la cabeza.