Practique senderismo con los pies secos y frescos, sin ampollas ni sobrecalentamiento, gracias a unas sandalias diseñadas para caminar. Los aficionados a los zapatos pesados para caminar admitirán que, en ciertas rutas, ir de excursión en sandalias ya no es una herejía. En particular, garantizan una tracción suave y relajante del pie. Su alto nivel de conocimientos técnicos los convierte en socios deportivos esenciales y confiables.
Hay dos tipos de sandalias destacadas para el senderismo: los zapatos ligeros y ventilados, y las sandalias.
Estos zapatos tienen la puntera cerrada y amplias aberturas de ventilación en los laterales. Un juego de elásticos autoajustables facilita el atado. El talón se reduce a un simple vástago, ajustable con una banda elástica. Esta parte superior plegable permite liberar completamente el talón. Las zapatillas son ligeras, pero mantienen un buen agarre gracias a su suela dentada. El secado óptimo y rápido se logra con forros sintéticos técnicos.
Estas sandalias, ultraligeras, cuentan con una suela dentada sujeta por correas ajustables. Es mejor elegir el material nubuck para mayor resistencia a la tensión. La plantilla termoformada proporciona estabilidad al talón, arco y dedos. Una buena amortiguación es esencial para absorber oscilaciones y vibraciones, por lo tanto, contar con una almohadilla de aire en el talón es crucial.
Al comprar sandalias de senderismo para hombre y mujer, considere la naturaleza del sendero y su experiencia. Las marcas como Merrell y Keen ofrecen una amplia gama de sandalias de senderismo.
Prepare su excursión definiendo claramente el itinerario e identificando las principales dificultades. Los senderos están codificados por colores (del amarillo al rojo) según la dificultad y naturaleza del terreno, desde paseos simples hasta largas caminatas. Utilice mapas locales para entender la señalización específica.
Los senderos señalizados no requieren calzado ventilado. Un par de sandalias baratas será suficiente. En carreteras, opte por sandalias de paseo para evitar el sobrecalentamiento y ampollas. Elija productos de secado rápido para zonas húmedas.
Para zonas no delimitadas, elija calzado ligero y resistente. En alta y media montaña, prefiera botas ventiladas por menor intrusión de piedras, mayor resistencia a la abrasión y estabilidad.
Evite sandalias demasiado ajustadas; el pie se hincha con el esfuerzo. Deje un margen de 5 mm al final de la suela. Buena circulación sanguínea previene la fatiga de piernas.
Cuidar los pies implica vigilarlos diariamente durante el senderismo. Recorte las uñas cada dos o tres días. Lávese los pies cuidadosamente para identificar heridas pequeñas. Hidrátelos después de caminar. Use cremas a base de ácido bórico para fortalecer la piel y antirozaduras para prevenir irritaciones. Después de senderismo, deje secar sus sandalias y dé un baño a sus pies. Los calcetines de compresión alivian pantorrillas, tobillos y arcos.