Para pasar de las fases de ascenso a las de descenso, las pieles son un accesorio esencial para el esquí de travesía. Puestos a prueba en cada salida, necesitan ser mimados. A continuación le explicamos cómo cuidar sus pieles de foca.
Existen dos tipos de pieles de foca: las pieles de foca autoadhesivas que no necesitan pegamento para adherirse a las suelas de sus esquís de travesía, y las pieles de foca adhesivas que requieren un cuidado especial. Por lo general, hay que volver a pegar las pieles de foca al principio de cada temporada. Pero, dependiendo de la frecuencia con la que salga, es posible que necesite repegar a lo largo del camino si alguna vez ve que ya no se pegan lo suficientemente bien o si, al quitárselas, el pegamento hace hilos o se pega a la suela.
El primer paso para encolar sus pieles de foca es deshacerse del pegamento desgastado con un raspador calentado. A continuación, dar paso al encolado propiamente dicho. Puede utilizar tanto una espátula para extender un tubo de pegamento como un adhesivo de pegamento.
ES BUENO SABERLO: LAS PIELES DE FOCA Y LAS ESCAMAS SON COMPATIBLES
Sólo porque sus esquís de travesía tengan escamas no significa que no pueda usar pieles de foca. A continuación, tendrá que pegarlos en la zona de sujeción, teniendo cuidado de que no sobresalgan en los cantos de sus esquís.
Ya sea con pegamento o autoadhesivo, las pieles de foca son muy difíciles de poner si han sufrido el frío, por lo que siempre hay que guardarlas contra uno mismo antes de ponérselas. Por otro lado, tendrá mucho cuidado de secar perfectamente la suela de sus esquís antes de instalarlos. Sí, por muy sorprendente que sea, el pegamento odia la nieve.
Una vez que sus esquís están en sus pies, le servirán para no ir hacia atrás, pero a veces entre los movimientos repetidos y el hielo que se aloja bajo las espátulas, pueden sufrir un poco y desprenderse por la parte de atrás. Por eso es muy recomendable llevar siempre parches de doble cara o un spray reenganchador, que le permitirá terminar la caminata en buenas condiciones.
Si quiere quitarse las pieles de foca en medio de una salida, tenga siempre la precaución de guardarlas bien para protegerlas del polvo y ahorrarse tener que volver a pegarlas. Hay calcetines protectores especialmente diseñados para este fin, pero también puede simplemente volver a ponerlos en su plástico protector y ponerlos en una funda. Por otro lado, nunca los doble sobre sí mismos, correrá el riesgo de crear grumos de pegamento y tener que volver a pasar por el proceso de encolado al llegar a casa.
ES BUENO SABERLO: PATEAR NO ES UNA FATALIDAD
Cuando la nieve está húmeda o pegajosa, a veces puede apelmazarse en la piel de foca: esto se llama "patear". Para evitarlo y mantener un buen deslizamiento, puede rociar una solución antibotas en casa o llevar una barra de cera fría en su excursión y cubrir sus pieles de foca con ella si lo necesita.
Cuidar sus pieles de foca también significa saber cómo conservarlas cuando no está esquiando. Lo primero que hay que hacer es dejarlas secar. Pero tenga cuidado, las pieles de foca son muy sensibles al calor, así que no las ponga a la luz directa del sol o junto a la chimenea. Una vez eliminado todo rastro de humedad, sólo queda colocar las pieles de foca sobre su soporte antes de guardarlas en una bolsa de plástico bien cerrada. De hecho, el aire tiende a secar el pegamento, y no hay nada más frustrante que sacar sus pieles de foca y descubrir que están bien para encolar!
Las pieles de foca son una pieza esencial del equipamiento de esquí de travesía, por lo que hay que mimarlas con un cuidadoso encolado y guardarlas siempre meticulosamente. Al fin y al cabo, cuidar bien sus pieles es también la garantía de unas salidas 100% divertidas!
LOS 3 PUNTOS CLAVE A RECORDAR SOBRE EL MANTENIMIENTO DE SUS PIELES DE FOCA: