¿CÓMO PROTEGER LA PIEL DE SU HIJO EN LA MONTAÑA?

En la escuela de nieve o en las vacaciones deportivas de invierno, su pequeño está sobreexcitado con la idea de ponerse los esquís. Atuendo, guante, casco: la maleta está lista. Pero, ¿ha pensado en llevar algo para proteger la suave piel de su hijo en la montaña? El sol, el frío, la falta de hidratación: estas son algunas de las agresiones que sufren las células en la montaña, y he aquí cómo contrarrestarlas.

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Protector solar y otras protecciones

Entre el casco, la máscara y la bufanda, sólo la punta de la nariz queda expuesta al sol. Para proteger eficazmente estos pocos centímetros cuadrados de cara, se recomienda encarecidamente una crema solar de alto factor de protección. También tendrá que pensar en el momento del descanso, cuando su hijo se desata, se quita máscara de esquí y el casco.

Elija su protector solar en un tamaño que sea sencillo de llevar y fácil de usar para sus pequeñas manos. Colóquelo en un lugar accesible para que su hijo no se olvide de aplicarlo regularmente.

Por último, preste atención a la composición de algunos protectores solares para niños que contienen sustancias nocivas (disruptores endocrinos, carcinógenos, nanopartículas, moléculas procedentes de la petroquímica...). Se recomienda una crema con certificado orgánico o ecológico, aunque hay que tener precaución. Un producto ecológico no garantiza la ausencia de productos químicos peligrosos. ¡Estudie la composición!

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Nieve, viento, lluvia: cuando el tiempo se pone en marcha

Aunque todos soñamos con unas vacaciones de esquí con grandes cielos azules, el tiempo no siempre nos regala eso. Por eso es esencial planificar los días de mal tiempo. Si las condiciones no permiten esquiar con seguridad, la mayoría de las escuelas cancelarán sus clases y mantendrán a sus hijos adentro. Por otro lado, en algunos casos, su hijo puede acabar esquiando en la nieve. La combinación de nieve, frío y viento es especialmente agresiva para la piel y la expone a la congelación. En este caso, es la hidratación la que reparará el daño.

Así que recuerde meter en la maleta un bote de crema hidratante o un frasco de aceite vegetal para calmar y proteger la piel de su hijo después de semejante calvario. Este es un ritual que puede adoptar cada día, incluso después de un hermoso día de sol, para nutrir las células de la epidermis.

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Hidratación en la montaña

Si bien es importante proteger la piel de su hijo hidratándola con aceites suaves o una crema específica, no debe olvidar que la hidratación viene primero del interior. Es cierto que en las montañas el aire es más seco. Como resultado, nos deshidratamos más fácilmente que en el valle. Además, no todos los niños tienen el reflejo de coger una botella de agua cuando tienen sed.

Para compensar la pérdida de agua durante el ejercicio, equipe a su hijo con una botella de agua. Algunos se llevan como cinturón, otros caben en un bolsillo o en una mochila. Una gota de jarabe o un fondo de zumo de frutas ayudará a proporcionar energía y a animar a su hijo pequeño a terminar su bebida.

Por la mañana, duplique el agua en el desayuno y ofrézcale agua en cuanto llegue a casa del colegio. Varíe los placeres: agua, zumo, chocolate caliente, sirope... Porque mantenerse bien hidratado en la montaña es fundamental para la salud, para potenciar los músculos después de una jornada de deporte y a la vez proteger la piel de su hijo y mantener una piel sana.

Las quemaduras de sol no son los únicos males que le esperan a su hijo durante sus vacaciones en la nieve. El viento, la lluvia y el frío son enemigos identificados. Para proteger la piel de su hijo en la montaña, lleve un protector solar, una crema hidratante y una botella de agua bien llena.