Accesible para todo el mundo, el running sigue necesitando unas zapatillas adecuadas. Pero una vez comprado el primer par, ¿cómo saber cuándo hay que cambiar las zapatillas de correr? Siga la guía!
Puede invertir en el mejor modelo del mercado, pero tendrá que cambiar sus zapatillas de entrenamiento regularmente. En efecto, es imposible frenar el desgaste natural de sus zapatillas, que se ponen a prueba en cada salida por diversos parámetros:
Por supuesto, las condiciones meteorológicas también pueden hacer que cambie sus zapatillas de running con más frecuencia. La lluvia y el barro pueden debilitar la malla, es decir, el tejido de sus zapatillas, y crear humedad en la plantilla, lo que a la larga puede provocar rozaduras, disminuir su comodidad y decidirse a invertir en unas nuevas zapatillas.
ES BUENO SABERLO: ¡CORRER CON ZAPATILLAS DESGASTADAS ES ARRIESGADO!
Cambiar las zapatillas de running a tiempo le ahorrará pequeñas molestias como ampollas y malestar, pero sobre todo le ayudará a reducir el riesgo de lesiones de tobillo, rodilla y también de pelvis.
Cada corredor es diferente, y no hay reglas cuando se trata del momento de cambiar las zapatillas de running. Sobre todo porque también depende de la calidad de los materiales de las zapatillas. Para mejorar su rendimiento, son cada vez más ligeras y también, a veces, más frágiles. Dependiendo de la marca y el modelo, encontrará un número orientativo de kilómetros tras los cuales cambiar sus zapatillas de correr que varía enormemente. Para los modelos más ligeros (entre 250 y 300 g), una vida útil de 500 km parece razonable cuando, por encima de los 300 g, a veces se pueden recorrer hasta 1000 km con el mismo par!
A nivel de malla, hay signos evidentes como los agujeros que le indicarán cuando cambiar sus zapatillas de running. El desgaste del tejido en el interior, especialmente alrededor del tobillo, es una señal que hay que vigilar de cerca, ya que puede provocar rápidamente la aparición de ampollas.
Para comprobar el desgaste de las suelas, coloque las zapatillas en posición horizontal, una al lado de la otra. Si una de ellas se inclina hacia afuera o hacia adentro o, peor aún, ambas, es hora de cambiar sus zapatillas de running. En general, en cuanto el relieve de la parte inferior de la zapatilla empieza a suavizarse, es el momento de comprar un nuevo par de zapatillas de correr, ya que la amortiguación pierde entonces su calidad. Además, no olvide prestar atención a cómo se siente y a cualquier molestia muscular o ósea que aparezca de repente: puede estar causada por el desgaste del calzado.
Tener unas buenas zapatillas para correr es primordial para que cada entrenamiento sea un éxito. Así que no descuide este factor y recuerde cambiar sus zapatillas de running en cuanto muestren signos de fatiga: ¡es la mejor manera de correr en buenas condiciones!
LOS TRES PUNTOS CLAVE QUE DEBE RECORDAR SOBRE CUÁNDO CAMBIAR SUS ZAPATILLAS DE RUNNING: